¿Como se formo la Luna? La teoria del gran impacto

La teoría del gran impacto (en inglés Giant impact hypothesis, Big Whack o Big Splash) es la teoría científica más aceptada para explicar la formación de la Luna, que postula que se originó como resultado de una colisión entre la joven Tierra y un protoplaneta del tamaño de Marte, que recibe el nombre de Tea (o Theia).

Ciertos modelos muestran que la colisión entre ambos cuerpos fue rasante y que Tea quedó en una órbita baja, estando unida con la Tierra por un puente de materia; posteriormente se alejó hasta varios diámetros terrestres para volver a chocar con la Tierra y acabar destruido por completo. Las condiciones existentes en el entorno terrestre tras el impacto fueron muy extremas, con el planeta fundido en su totalidad y rodeado por una atmósfera de roca vaporizada a 4000 °C que se extendía hasta una distancia de ocho radios terrestres.

Los esfuerzos por confirmar que tal impacto efectivamente se produjo se centran en medir las proporciones entre varios isótopos del oxígeno, titanio, silicio y otros elementos. Se sabe que esas proporciones varían de un lugar a otro del Sistema Solar, de modo que se convierten en una especie de «firma» a partir de la cual los científicos pueden determinar de qué planeta procede una roca concreta. En el caso de la Luna, comparar esas proporciones entre rocas lunares y terrestres puede decirnos cuánto de Theia y cuánto de la Tierra hay actualmente en nuestro satélite.

Y ahí es donde surge el problema. De hecho, la extraordinaria similitud hallada entre los ratios de estos elementos en la Tierra y la Luna entran en conflicto con la idea de que lnuestro satélite está formado, en su mayor parte, por materiales procedentes de Theia. Si fuera así, su composición debería diferenciarse claramente de la de la Tierra. Algo que, en la práctica, no sucede.

El gran problema para aceptar esta teoría es que, según las estimaciones más recientes, menos de un 1% de las colisiones eran entre planetas iguales. Actualmente los planetas del Sistema Solar tienen composiciones muy diferentes unos de otros, con lo que Theia también debió haber formado una Luna muy diferente de la que conocemos. Sin embargo, las rocas lunares traídas por las misiones Apolo a finales de los años sesenta demostraron que los yermos de la Luna y el manto terrestre son casi indiferenciables en su composición. El origen de la Luna se convirtió, más que nunca, en un enorme quebradero de cabeza.

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